martes, 25 de septiembre de 2012

¿Por qué intentaste creer?


Te has marchado y sigues aquí:
lapidando la poca fe que me queda,
me sonríes y me haces sufrir;
me siento preso en mi propia tragedia,
no hay razón aparente
para aprender  a olvidarte;
pero sigues en mi mente
¿cómo no he de recordarte?

Me brindas tu alegría
cuando me llena la desesperación,
mira si es grande la ironía:
me desespera la ausencia de tu amor.
Siempre hay sueños rotos
y esperanzas sin cumplir,
no me han quedado fotos;
pero sí un amor que se niega a morir.

Quisiera no aferrarme
a los sueños que no pueden ser,
si no podías amarme
dime ¿por qué intentaste creer?
Más prefiero haberte perdido
y seguir sufriendo este dolor,
a nunca haberme atrevido
a confesarte mi amor.

Escrita el 13-03-2004