sábado, 12 de septiembre de 2015

No envejecere a tu lado

No seré yo quien te ame hasta el fin del tiempo,
no habrá historia con final perfecto.
Mientras tu sueñes con un príncipe azul,
yo me marcharé sin saber si me amas tu.
No habrá historia de cuento de hadas,
ni sueños que me hagan abrazar la almohada.
Mientras tu sueñes con estar tan lejos,
no podré ser más que un reflejo.
No soy lo que pretendes lo has dejado claro,
no seré cómo pensé el más afortunado.
Mis besos no te han dado lo que tu esperabas,
fui un iluso al pensar que tu me amabas.
No habrá una frase que cambie nuestra historia,
tu sólo quieres borrarme de tu memoria.
No importa cuánto me he esforzado,
si al final no envejecere a tu lado.
No habrá un hola temprano en la mañana,
ni luz del sol que se cuele por mi ventana.
Todas las luces que había tu las apagaste,
desde aquel triste día en que me dejaste.
No hay excusas que ahora valgan la pena,
llevar este amor es más bien una condena.
Que duro es saberte no correspondido,
cuando no puedes dejar lo que sientes en el olvido.
No seré yo quien te vea alcanzar tus sueños,
pues desde aquí todo se ve tan pequeño.
No seré yo quien te diga bienvenida,
cuando irrumpas de lleno en la vida.
No veré tu rostro como lo había soñado,
si lo que fuimos se quedó en el pasado.
No importa cuánto más lo intente,
yo no podré cambiar este presente.
Y aunque sé que ya no debo amarte,
se me hace tan difícil no recordarte.
No seré yo quien robe de ti otro beso,
ya ha pasado tanto tiempo de eso.
No seré yo quien rompa el crudo silencio,
que tu me impusiste a tan alto precio.
No seré yo quien cambie los sueños en promesas,
ahora solo quedan historias y no proezas.
Cuánto luche nunca será suficiente para ti,
si me has dejado y yo sigo sólo aquí.
Cuánto lo intente nunca más te importará,
si todo lo que quise contigo no será.
Y aunque se apronte el final del tiempo,
no seré yo quien comparta el sentimiento.
No seré yo quien pueda verte a los ojos
y con asombro te diga que son hermosos.
No seré yo quien te vea por el pasillo caminar,
cuando tu rumbo se apronte al altar.
No seré yo quien comparta votos contigo,
si ya no me permites siquiera ser tu amigo.
No seré yo quien escuche tu risa en la mañana,
quien se apresure a verte llegar desde la ventana.
Ojalá tus sueños siempre sean cumplidos
y que a tu vida nunca se acerque el olvido.
No seré yo quien te escuche decir que si,
ahora lo acepto si Dios lo quiso así;
no seré yo quien él ha destinado para ti,
cómo tu no serás quien ha reservado para mi.
Escrita entre 16/08/2015 a 05/09/2015.
EW