Tú me
sonríes y se pará el mundo,
para
enamorarme basta un segundo;
si tú
me ves con tanta ternura
a mis
tristezas encuentro la cura.
Tú me
abrazas y late en mi pecho
mi
corazón que se hallaba maltrecho,
no
importa cuánto haya sufrido
si tu
llegaste junto a cupido.
Tu
escuchas y hablo desbocado,
yo
soy feliz de verte a mi lado;
soy
cómo un niño al estar contigo,
es
por eso que ahora te digo:
que
si me abrazas dulcemente
no
podré borrarte de mi mente,
que
si me miras con atención
yo te
abriré la puerta de mi corazón.
ED
Escrita el 01/01/2016 02:25 am
No hay comentarios.:
Publicar un comentario